Las actitudes configuran nuestras experiencias y percepciones del mundo y guían nuestros comportamientos e interacciones con el entorno y con otras personas. Las actitudes nos ayudan a dar sentido a un universo caótico y facilitan la toma de decisiones al proporcionar simplicidad cognitiva, ya que dividen el universo en cosas que a uno le gustan, le desagradan o sobre las que no tiene opinión. En consecuencia, las actitudes lingüísticas son una potente fuerza en el aprendizaje de idiomas, en la dinámica interpersonal e intergrupal, en la definición y expresión de la identidad social y en la aplicación de las políticas lingüísticas, lo que las hace especialmente relevantes en entornos multilingües, en los que coexisten diferentes lenguas y en los que las personas tienen que negociar quién habla qué lengua, a quién y cuándo.

En consecuencia, es de vital importancia comprender los diversos factores educativos, sociales y psicológicos que intervienen en el proceso de construcción de las actitudes lingüísticas. Asimismo, se pretende investigar las particularidades contextuales que favorecen los cambios en las actitudes lingüísticas, así como los distintos factores que pueden fomentar estos cambios actitudinales.

Finalmente, otro enfoque de nuestra investigación es avanzar en la medición de las actitudes lingüísticas, mediante el desarrollo de medidas y técnicas implícitas.